365 DÍAS CON EL PADRE PÍO
10 DE ABRIL
Mantente
vigilante y no te abandones nunca presuntuosamente a ti misma ni
confíes demasiado en ti; procura avanzar cada vez más por el camino de
la perfección y progresa siempre en la caridad, que es el vínculo de la
perfección cristiana; abandónate en brazos de Dios Padre con confianza
filial y ensancha tu corazón a los dones del Espíritu Santo, que espera
una señal tuya para enriquecerte con ellos.Sí, obremos el bien;
ahora es el tiempo de la siembra; si queremos recolectar mucho es
necesario, no tanto sembrar mucho, sino sobre todo esparcir la semilla
en terreno bueno. Nosotros ya hemos sembrado mucho, pero para nosotros
es muy poca cosa si queremos alegrarnos en el tiempo de la cosecha.
Esparzamos, esparzamos aún, querida mía, la otra semilla; y que por esto
nada nos entristezca. Procuremos que esta semilla caiga en campo bueno
y, cuando el calor llegue a abrir esta semilla y haga de ella una
planta, estemos vigilantes y cuidemos mucho que la cizaña no la sofoque.
(10 de diciembre de 1914, a Raffaelina Cerase, Ep. II, 257)
HIJOS ESPIRITUALES PADRE PÍO